
Sin embargo, hay un elemento que a menudo se pasa por alto y que tiene un impacto directo en la manera en que una montura se integra al rostro: el flequillo. Este detalle capilar, que puede suavizar, estructurar o transformar completamente la expresión facial, modifica también la percepción de las gafas. Entender esta relación permite a los profesionales de la salud visual asesorar con mayor precisión, logrando combinaciones que armonizan características, estilos y proporciones.
Una guía reciente de (The Eye Scene) indica que “la presencia de un flequillo puede afectar la forma en que tus gafas atraen la atención hacia tus ojos”. En esa lógica, si el flequillo cubre parcialmente la frente o cae sobre las cejas, se recomienda seleccionar monturas con líneas limpias que queden por debajo de esa línea capilar, evitando que el cabello “invada” el espacio del marco y reduzca visibilidad o confort. Por ejemplo, las monturas de metal ultradelgadas o de acetato translúcido resultan más efectivas en estos casos porque la menor densidad visual permite que el conjunto rostro-flequillo-gafas respire y luzca equilibrado.
Otro aspecto para considerar es la longitud del flequillo. Según una publicación realizada por (Bassol Optic: look see watch), “las longitudes del flequillo influyen directamente en el estilo de las gafas: los flequillos que alcanzan las cejas combinan bien con monturas ovales o cat-eye; los que se alargan hacia las mejillas funcionan con monturas cuadradas”. Esta información aporta al profesional una guía concreta: si el paciente tiene un flequillo tipo cortina o ladeado que roza las mejillas, entonces sugerir una montura con esquinas suaves o base curva será más armonioso que una de ángulos marcados que compitan con la caída del cabello.
El estilo del peinado —textura, volumen, acabado— influye también en la elección. Una cabellera lisa y caída favorece monturas más amplias y estructuradas, mientras que rizos o cabello con movimiento requieren marcos más ligeros para no sobrecargar el conjunto visual. En este sentido, un artículo de (SOJOS VISION) afirma que la armonía entre el peinado y las gafas abre nuevas y refinadas posibilidades de estilo. Este tipo de enfoque invita a los profesionales de la salud visual a considerar al paciente como un todo estilístico más allá de la corrección óptica.
Desde la óptica-asesoría, esta perspectiva permite diferenciarse. Al incorporar preguntas relacionadas con el peinado —¿usa flequillo corto o largo? ¿Toca frecuentemente sus gafas junto al cabello? —— el profesional demuestra sensibilidad estilística, no solo técnica.
Mostrar al cliente cómo el flequillo y las gafas pueden conjuntarse: levantar ligeramente el cabello en la zona frontal para ver el encaje del marco, evaluar cómo el flequillo interactúa con el puente nasal y las varillas, o quizá sugerir que el flequillo se adapte a la montura en lugar de al revés.
En definitiva, el flequillo y las gafas conforman una dupla estética y funcional. Cuando se alinean correctamente, el resultado es un rostro equilibrado, una mirada definida y un estilo coherente. Para los profesionales de la salud visual, reconocer esa relación significa elevar la calidad de la asesoría, potenciar la confianza del usuario y reforzar la idea de que unas gafas no solo corrigen, sino que expresan identidad.
Para ir a la fuente del artículo y mayor información le sugerimos ingresar al siguiente enlace: grupofranja.net



